lunes, 20 de agosto de 2012
Finde en Platon d'Anis
Este ultimo fin de semana ha sido particularmente interesante y entranable.
Lo hemos pasado en una remota localidad, desconocida incluso para la mayoria de haitianos de Jean Rabel, llamada Platon d'Anis. El lugar es muy singular y bonito, mas fresquito que Jean Rabel, sin mosquitos y con unas vistas espectaculares sobre el oceano Atlantico y la costa que lo bordea.
Pero lo que mas llama la atencion desde este poblado es su gente. Una gente maravillosa, acogedora, simpatica, luchadora y por encima de todo comunitaria. Saben que si trabajan juntos lograran hacer prosperar lo que es su hogar.
No hace falta ni bajarse del 4x4 para darse cuenta de esto. La carretera por la que se llega a Platon d'Anis ha sido construida por ellos mismos. Los gritos de alegria y aplausos al ver que llegabamos hasta arriba de la colina con el vehiculo, inaugurando el ultimo tramo de carretera que les quedaba por terminar, mientras le daban los ultimos retoques dan fe del logro que tanto esfuerzo y meses les ha costado conseguir.
Aparte de esto, la poblacion es muy simpatica y acogedora, preguntandote cosas continuamente, invitandote a pasar a sus casas, y sin ningun recelo hacia nosotros, los blancos.
Nazareth, Rose y Jesus Maria han contribuido mucho a ello tambien. La labor hecha alli esta presente mires donde mires. Un centro comunitario, una fuente de agua y decenas y decenas de casas contruidas. Durante el dia y medio que estuvimos alli pudimos repartir sabanas y ropa para las ninas mas pequenas.
El sabado jugamos con los ninos a la pelota, visitamos las casas y despues de comer asistimos y participamos al ensayo general del coro para la misa del domingo. Por la tarde Almudena y Miriam ensenaron a jugar al parchis y a la oca y yo (Alvaro) por mi parte tuve el honor de ser acogido en el equipo de futbol de Platon d'Anis en el partido que los enfrentaba con el cercano pueblo de Baguette. El campo de futbol es solo un terreno rectangular sin arboles, lleno de desniveles, baches y piedras afiladas como cuchillas que recordare durante una semanita mirando mi pierna. Platon d'Anis gano el partido 3-1 y pude contribuir con 1 gol, y otro que quedo anulado por fuera de juego. Ver a la gente como gritaba, saltaba y enloquecia con cada gol, y se extasiaba con la victoria final no tiene precio y es imposible de describir.
La ducha de la casa de Planton d'Anis es todo un lujo. Abierta por arriba, con vistas al cielo y a los aguacates que cuelgan del arbol que hay en la parcelita, a nadie le importa que se componga de cuatro placas de hierro y un bidon que recoge el agua de lluvia.
La noche es una maravilla, se aprecia todo el cielo de manera magnifica, las estrellas son visibles como nunca y tuvimos el regalo de observar una tormenta electrica que tenia lugar a kilometros de nosotros. Y lo ultimo pero no menos importante: el silencio! Solo el viento a diferencia de la musica, predicadores, generadores, perros y demas ruidos incomodos que se escuchan en Jean Rabel, en Platon d'Anis hay silencio absoluto.
El domingo, pudimos ir al servicio religioso, ya que el pueblo no dispone de iglesia ni de cura, en la que la presencia de ninos era abrumadora. Despues de esto, cada uno hizo un poco lo que le apetecio, Nazareth charlar con la gente de alli, Almudena y Miriam hicieron otra ruta por las casa y yo me subi a lo que parecia la colina mas alta de la zona.
Despues de comer y descansar, con gran tristeza pero llenos de gratitud y felicidad bajamos de vuelta a Jean Rabel, con bastante retraso pero sanos y salvos.
Nos quedamos con la gente de este pueblo en el corazon, sabiendo que tenemos mucho que aprender de ellos. Si trabajasemos igual, juntos y unidos, tuvieramos la misma actitud ante todas las dificultades y infortunios, la mayoria de problemas de nuestra sociedad seguro que desaparecerian.
Hasta aqui el resumen del fin de semana. Un abrazo,
Alvaro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario