jueves, 30 de agosto de 2012

Hasta otra

   Llegábamos desde España, aterrizábamos en Santo Domingo y aquella nos resultó una ciudad tercermundista.
   Un mes y medio después, regresábamos de Haití, entrábamos en Santo Domingo y nos pareció la ciudad más desarrollada del mundo.
   ¡La vida misma! Todo depende de con quién te compares....
                                                                                              ...si es que hay que comparar.

   Aquí nos despedimos. Dejamos para el terreno particular el agradecer, releer, contar anécdotas, recordar rostros y poner nombre a lo vivido.

   Gracias a todos los que habéis posibilitado que vivamos esta experiencia.
   Gracias al pueblo haitiano que nos ha dado tanto en estos días.
   Gracias al Dios de la Vida al que hemos descubierto en cada rincón de ese pequeño país.

       "Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla" (Mt 11, 25)

                                                                                                          Almu S.

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